viernes, 1 de julio de 2011

Fluir



Si las rocas son movidas,
Incluso un río cambiará su fluir.


Excepto por las ocasionales inundaciones, hasta el más poderoso de los ríos se mantiene en su lecho. Fluye por donde encuentra aperturas entre los acantilados y las rocas. Si al río se le pone una represa, si las paredes del acantilado se mueven, si las rocas son corridas, fluirá en un curso diferente. Podría incluso hacerse que fluya en sentido contrario si la tierra se moviese lo suficiente.

Pasa lo mismo con el fluir de nuestras vidas. Una vez que los objetos fijos de nuestras vidas se mueven, nuestras circunstancias cambian. Si nos mudamos a otra ciudad, la vida cambiará. Si nos casamos con una persona en vez de otra, la vida será diferente. Si situamos nuestro negocio en un buen vecindario, la vida será próspera. Si elegimos una casa en un buen emplazamiento, la vida será saludable. Si disponemos nuestros muebles adecuadamente, nuestra vida será confortable. Si comemos correctamente, la vida será prolongada. En resumen, los seguidores del Tao se dan cuenta de que el fluir de la vida puede ser afectado y hasta cierto grado manipulado conscientemente simplemente alterando sus parámetros.

La vida es el flujo de la energía. Es el aire que respiramos, la fuerza que mueve el clima, la fuerza de todas nuestras mentes combinadas. Mantiene los ríos fluyendo, nuestros corazones palpitando, y el cielo azul. Este flujo de energía se mueve constantemente según los puntos fijos que existen en cualquier momento dado. Por lo tanto, al manipular los puntos cardinales de nuestras vidas, podemos cambiar el fluir. La libertad de elegir y de cambiar nos pertenece a nosotros.

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