martes, 9 de agosto de 2011

No Dualidad

No contemples
Como mera actividad.
Se vacío contemplando vacío.

Una vez que uno comprende que la naturaleza última de esta existencia es el vacío, uno entiende que estar vacío es el único verdadero modo de meditación. Nótese que el vacío no es el objeto de la meditación -el formar la pareja meditador y objeto crea una relación dualística entre el yo y el entorno que lleva a que uno se pierda.

En la meditación estamos buscando unidad. Necesitamos algo que nos saque de los modos dualísticos normales que son el origen de todas nuestras dificultades. Por lo tanto, la única meditación verdadera es una que no nos ponga en una relación de observador y objeto. Cualquier objeto, no importa qué tan sagrado, sigue reforzando la ilusión de que hay una realidad fuera de nosotros. Lo que estamos tratando de obtener es la verdadera visión interior: No hay diferencia entre nuestra realidad interna y externa.

La meditación suprema es el darse cuenta de que nosotros mismos estamos vacíos de distinciones, de que nuestro sentido de identidad es sólo el resultado de apegos dualísticos. Junto con eso, deberíamos comprender que realmente no hay nada que contemplar, nada sobre lo que pensar.

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